Los equinoccios (del latínaequusnocte), “noche igual”) son los momentos del año en los que el Sol está situado en el plano del ecuador celeste y el día tiene una duración igual a la de la noche en todos los lugares de la Tierra. Ocurre dos veces por añocuando el Sol está en el primer punto de Aries o en el primer punto de Libra, es decir, el 20 o 21 de marzo y el 22 o 23 de septiembre, respectivamente. Es así entonces que los equinoccios se usan para fijar el inicio de la primavera y del otoño en cada hemisferio terrestre.
Este 23 de septiembre de 2019 a las 07:50 horas UTC (tiempo universal) ocurrirá el Equinoccio de Otoño para el hemisferio norte y el de Primavera para el hemisferio sur. En cada caso marca el cambio de estaciones y en el hemisferio norte significa que a partir de ese momento los días comienzan a ser mas cortos para llegar a finales de diciembre (invierno boreal) y en el hemisferio sur pasa justo lo contrario hasta llegar al verano austral.
Este año el Equinoccio ocurrirá cerca de la luna llena del 14 de septiembre también llamada luna de cosecha. En la antigüedad se acostumbraba festejar en estas fechas y agradecer las buenas cosechas. En culturas tan dispares geográficamente como lo son los Celtas y los Mayas se celebraban los equinoccios. Asimismo, ocurría en el Shūbun no Hi (Japón) o el equinoccio de otoño en Chichén Itzá (México) donde se observa,con una precisión increíble de la astronomía maya,a la serpiente emplumada bajando por la pirámide el día del equinoccio .