El día 20 de marzo de 2020 a las 03:49:35 (tiempo universal GMT) , el Sol hará su ingreso al signo de Aries dando así inicio al equinoccio de primavera para el hemisferio norte y el equinoccio de otoño para el hemisferio sur.
¿Pero qué son en realidad los equinoccios? ¿Qué significan?
Los equinoccios (del latín aequinoctium (aequus nocte), “noche igual”) son los momentos del año en los que el Sol está situado en el plano del Ecuador celeste. Ese día y para un observador en el ecuador terrestre, el Sol alcanza el cenit (el punto más alto en el cielo con relación al observador, que se encuentra justo sobre su cabeza, vale decir, a 90°). Es el punto donde el Sol en su movimiento anual aparente por la eclíptica pasa de sur a norte del ecuador celeste y su declinación cambia de negativa a positiva. También se suele llamar a este punto equinoccio vernal. El paralelo de declinación del Sol y el ecuador celeste entonces coinciden. Eso ocurre dos veces por año: el 20 o 21 de marzo y el 22 o 23 de septiembre de cada año.
Se observa entonces que los equinoccios ocurren cuando el Sol está en el primer punto de Aries o en el primer punto de Libra. Ahora bien, el equinoccio no es un punto fijo, sino que se mueve progresivamente debido a la precesión y nutación que supone un desplazamiento angular de unos 50,3” cada año. Por esa razón, ninguno de los equinoccios se encuentra en la constelación que los nombra y por ejemplo el primer punto de Aries está en Piscis, y el primer punto de Libra se halla en Virgo. El punto equinoccial estuvo al final de la constelación de Aries hace 20 siglos y 50 años y alcanzará la frontera de la constelación de Acuario dentro de menos de 6 siglos.
Desde el punto de vista de la astrología el equinoccio de primavera marca el ingreso del Sol en el signo de Aries, el primero del zodíaco y por ende el pionero y aguerrido carnero. Es un momento de iniciación en todo sentido, momento propicio para renovarnos, renacer, agradecer a la vida por un nuevo ciclo y conectarnos con la maravilla de la naturaleza y sincronizar con el cosmos. Es el comienzo de la vida, se pasa de la oscuridad del invierno a la luz de la primavera. En muchos países se celebran rituales desde tiempos inmemoriales en estas fechas como agradecimiento de un nuevo ciclo de la naturaleza y un renacimiento para todos los seres vivos.
Feliz Equinoccio de Primavera a todos mis lectores.