LOS PLANETAS Y SU CONEXIÓN CON LOS CHAKRAS

Chakra en sánscrito significa rueda o círculo. Para la Astrología védica hay una relación directa entre los planetas, mansiones lunares o Nakshatras, los signos zodiacales y los chakras. Por su parte los chakras son centros nervo fluídicos en donde se almacena y distribuye la energía universal, la energía vital  o cósmica llamada Prana.

Semejan unas puertas energéticas que nos conectan al Cosmos y que canalizan dentro de nosotros la energía del Universo. A su vez se conectan con el cielo con la simbología y la relación que tienen con los planetas y su significado.

Existen diferentes “cuerpos” tales como  el físico o materia que es perceptible y visible y el energético, intangible  al cual pertenecen los chakras. La interacción con el cuerpo físico se produce a través de los sistemas endocrino y nervioso. Por lo tanto, son zonas de máxima confluencia energética y se localizan en donde se reúnen y bifurcan los nadis o meridianos. Hay tres principales: uno a lo largo de la columna vertebral llamado central o Susumná y los otros dos que envuelven o serpentean a este. Uno de ellos, Pingala, lleva la energía cálida solar de tipo masculino, el otro, Ida, la energía refrescante lunar de tipo femenino.

Al ser centros energéticos, los chakras responden a la vibración, la música o el movimiento. Sus bloqueos se manifiestan mediante desequilibrios o incluso enfermedades a nivel mental, emocional o físico y tienen que ver con los planetas y su particular posición en una carta astral, así por ejemplo si Saturno está mal aspectado en una carta astral, su correspondiente Chakra  también tiene problemas para nivelar la energía. En Astrología védica cada uno de los chakras está asociado y gobernado por un planeta diferente. Se puede decir entonces que desde un punto de vista energético, la carta astral o natal es también un mapa de las interrelaciones de los chakras en nuestro nacimiento, así como de su estado de bloqueo o apertura, como consecuencia de las huellas kármicas con las que viajamos a lo largo de las diferentes vidas y que hicieron que naciésemos con una configuración astrológica concreta.

Por su parte, los antiguos griegos denominaban planeta a todo objeto que pareciera “errar”, sobre el fondo de estrellas fijas que conformaban la bóveda celeste. Desde la antigüedad el orden celeste (macrocosmos)  y el orden terrestre o humano (microcosmos) fue motivo de especulación y de estudio por filósofos, investigadores y sabios.

Los siete planetas clásicos son los que se pueden ver a simple vista y por lo tanto eran conocidos por los antiguos astrólogos. Son el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. En la astrología cada planeta tiene un papel definido y representa una energía básica. Mediante la interpretación astrológica podemos también conocer en qué estado se encuentran los chakras, los momentos a lo largo de nuestra vida en los que pueden quedar bloqueados y también qué tipo de remedios astrológicos podemos emplear para desbloquearlos, incrementar nuestra energía y generar equilibrio y armonía entre ellos.

El proceso en el que el Prana, la energía cósmica, entra en nuestro cuerpo está dividido en dos fases: la inhalación o Pooraka en donde el Prana asciende a lo largo de la columna por el “lado lunar” o Ida y la exhalación o Rechaka en donde el Prana desciende por el “lado solar” o Pingala. Cada chakra está gobernado por un planeta quien establece parejas de signos zodiacales que están vinculados a las dos fases anteriores. La exaltación de los planetas en estos signos lleva a los chakras relacionados a su grado máximo de expresión. Por ejemplo, la presencia de la Luna en Tauro en una carta astral natal lleva a que el chakra del corazón esté totalmente activado y abierto y existe por tanto una predisposición kármica hacia un sentimiento de amor desmedido e incondicional. O el Sol en Aries ofrece una activación del chakra del plexo solar que lleva a una gran determinación en la vida y fuerza de voluntad.

En próximas entregas se analizarán los siete chakras y su relación con cada uno de los planetas y así comprenderemos mucho mejor su interrelación y efecto en cada uno de nosotros.

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